Siguiendo los ejercicios del maestro, hoy realizamos una comparación del tratamiento que le dan a una noticia dos medios informativos nacionales, teniendo en cuenta su funcionalidad para el apurado e infiel usuario web.

El hecho es la aprobación del feriado 17 de septiembre, y los medios a comparar son La Segunda y Radio Cooperativa (nada que decirte Chato González, no podemos evitar ir a Cooperativa, ni una sola vez!)

El juicio personal, entonces. a continuación:

Títulos

Pese a ser claro, el título de La Segunda es muy largo, sobre todo cuando se le agrega el dato de la fecha de la votación. El de Cooperativa es muy parecido, pero en singular, lo que lo hace más corto (“sin compensación” v/s “sin compensaciones”), y se guarda el dato del día de la votación, para más adelante, por lo tanto resulta mejor para la web, siendo directo y entregando la información igual.

Bajada.

En este caso, el punto es para La Segunda, ya que amplía la información haciendo hincapié a los feriados de año nuevo y navidad, es decir, aporta algo más en ese párrafo de bajada que, sumado al título, ya entrega una panorámica de lo que pasa. El de Cooperativa, en cambio, además de decir que la votación se realizará el martes, explica de qué se trata el aprobar el festivo, dato que ha tenido ya bastante difusión como para destacarlo en la bajada. Pensando en el usuario de Internet, es mejor el primero, ya que completa, junto al título, lo medular de la información.

Párrafos.

En La Segunda, los párrafos son demasiados, y desde su visualización, ya producen un rechazo a su lectura. Si bien debería desarrollar una idea por párrafo, en algunos es algo confuso (en el segundo se dice cuándo se votará, qué pasará, quiénes lo aprueban o rechazan, etc), y en el cuarto aparece una cita que no resulta fundamental para el tema, y que, por el contrario, da señales de que el ritmo de la nota es mas bien lento y de largo aliento. Todo lo contrario pasa en Cooperativa, don se leen rápidamente los tres párrafos de una noticia clara, precisa, que presenta los datos de manera concisa. Punto para la radio.

Subtítulos.

En La segunda son 13 párrafos y, sin embargo, sólo un subtítulo, de modo que la noticia en general se hace bastante larga y uniforme para el lector. Además el subtítulo es “Sin compensaciones”, dato que ya se conoce desde el título, por lo que no resulta un estímulo para leer los 5 o 6 párrafos restantes. Cooperativa no presenta subtítulos, pero no se echan de menos, por la poca extensión de texto, lo que en el marco de la rápida navegación por Internet, se agradece enormemente.

Gana la radio Cooperativa, 3-1 el conteo final.

La noticia de La Segunda, léala en:

http://www.lasegunda.com/ediciononline/politica/detalle/index.asp?idnoticia=362024

La de Cooperativa, en:

http://www.cooperativa.cl/p4_noticias/site/artic/20070827/pags/20070827190107.html

Publicidad Google

agosto 10, 2007

El submundo del gran Buscador, según James Ballentine

Si bien funciona básicamente como buscador, Google presenta una serie de otras herramientas y tecnologías que facilitan la experiencia del usuario en todo lo que éste potencialmente pueda necesitar, desde información general hasta publicidad.

¿Publicidad? Sí, porque entre los negocios subyacentes a Google, se encuentra la venta de avisos, aunque no son avisos los que venden, sino la palabra clave. Un ejemplo: Una empresa de servicios financieros desea aparecer primero en el buscador, destacado con fondo amarillo (que indica publicidad, es decir, espacio pagado por aparecer primero), y compra el lugar, por medio de palabras claves. Cada vez que se busquen los conceptos «servicio», «financiero», «créditos», o «finanzas», por poner algunos, aparecerá dicha empresa en el top, lo que representa una buena herramienta de publicidad y marketing.

No es la única vía, sin embargo. Hay avisos de Google, pero en otras páginas, que facilitan espacio a Google en sus sitios, para poner publicidad, Anuncios Google, en ellas. Estos avisos son de otras empresas, que contactaron a Google para repartir su publicidad en sitios del mundo. Es el sistema conocido como Adwords.

¿Qué publicidad poner, y dónde ponerla?, lo decide Google, aunque con el consentimiento tanto del dueño del sitio receptor, como del dueño de la publicidad. No se vende publicidad de cigarrillos, y de los licores, sólo la cerveza, la champaña y el vino están dentro de los potenciales avisadores.

Como la misión de Google es organizar la información del mundo y hacerla universalmente accesible y útil, no puede presentar banners, publicidad destacada o avisos dentro de su página, ya que se vería afectada la experiencia del usuario, que es el foco de atención de Google.

Según explica el representante de Google en Chile, James Ballentine, “si no se tiene una buena experiencia, bastarían dos nanosegundos para cambiarse a otro buscador. Mi misión es explicarles todo este procedimiento a las empresas, una tarea de educación”.

¿Por qué es difícil entender el sistema de publicidad en Google? Porque no existen tarifas. El avisador decide y propone cuánto pagará por cada clic realizado en su sitio, desde Google.

Llevar el control de la cantidad de clicks y las conductas seguidas por los usuarios, es permitido por el sistema Adsense de Google, que presenta la publicidad en forma de enlace, tanto en sitios web como en dispositivos móviles. Por medio de una cuenta personal, el avisador puede hacer el seguimiento de su publicidad.

Se abren, sin duda, una serie de negocios potenciales que entran en la ley de la selva por ser número uno ya no sólo en buscadores, sino también en publicidad.

TODO Sobre Adsense en: http://www.google.es/adsense

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Luego de escuchar a Paloma Baytelman, bloggera adicta y de las primeras adoptantes de esta muchas veces estigmatizada como autoreferente forma de expresión, me quedan varias ideas dando vuelta relacionadas con este boom, la moda de los Blogs, a los que yo misma en un principio calificaba de poco interesantes por tratarse de diarios de vida de perfectos desconocidos con demasiado tiempo libre a su disposición.

Hasta que me picó el bichito, y partí con My Space, primero publicando mis fotos, y luego proseguí por generar una columna contínua acerca de vivencias que, como periodista, voy narrando a todo aquél que tenga tiempo y se interese. Mi respetable público son, principalmente, mis queridas amistades, hay que decirlo. Mi fama no llega a los niveles de Paloma, a quien la reconocen hasta en la micro.

Hoy hay una proliferación de micromedios, y hasta las columnas de los medios electrónicos tradicionales tienen formato de blog. Las empresas e instituciones quieren usar el formato como herramienta de márketing, y yo, por supuesto, ahora actualizo mi espacio cada vez más seguido, buscando generar comentarios aunque sea obligando a mis amigos a hacerlos, si no quieren perder mi saludo.

¿Cómo comienza el blogger a tomarle el gusto a este ejercicio permanente de escritura? La verdad es que el click en mi cabeza se produjo cuando comencé a recibir los primeros comentarios,y para qué decir cuando me preguntaban «¿Y, Regina? cuándo vas a escribir algo nuevo. Siempre leo lo que escribes».

Sí, parece una cuestión de ego, y hasta exhibicionismo (ya dije, publico mis fotos personales en el mismo sitio), pero ojo, que también hay ego ajeno, ya que mi público es más feliz -lo percibo a través de sus comentarios-, cuando ellos aparecen también fotografiados o mencionados en el texto.

Sin embargo, la cosa por supuesto va más allá, y es que te das cuenta que puedes contribuir con otra mirada a un mismo hecho. Libre de editores, líneas editoriales, compromisos políticos, morales o cualquier atisbo de censura externa. Hay libertad, libertad plena para mostrar no sólo el punto de vista propio o el poder enfocar la atención en un determinado punto, sino que también para publicar otras visiones: las de los propios comentaristas.

Es ese contrapunto, esa diversidad, lo que va enriqueciendo las formas de significar colectivas, que decanta finalmente en que los lugares comunes ya no sean tan comunes, sino que más amplios, más complejos.

Coincido con Paloma en que es un fenómeno que nunca antes había ocurrido, donde todos podemos publicar, independientemente de si hay originalidad temática o no. Todos podemos ser editores, y estar donde otros no están, pudiendo difundir con propiedad única lo que otros no.

Aunque parezca una visión romántica – tan perdida ahora que uno ya está inserto en el sistema, tiene que pagar cuentas y encarar la triste realidad del sueldo del periodista- esta libertad de escribir en mi blog me recuerda por qué estudié periodismo, y lo que buscaba en un principio que, aunque ingenuo, no debería perderse entre despachos y horas de cierre.

Si bien es una moda, las buenas voces van a quedar, y la selección natural de la vida va a despejar el «spam». Hoy es en forma de blog, mañana será de otra manera, pero la construcción del mundo ya empezó.